O de derecha. Dudo mucho que exista una categoría del ser que pueda limitarse de forma exclusiva a una posición política. Por mucho, se podrá comprender algo del sistema de valores de una persona a partir de la observación de su ideología. La reducción de seres completos y complejos -su vaciamiento- en un compendio de ideas -más o menos- determinadas, no es más que un atajo para ahorrarse tiempo. O es simple y magnífica pereza.
En todo caso, es mucho más grave cuando un particular declara, por gusto o apetito: “soy de derecha” o “soy de izquierda”. Una imposición innecesaria y paralizante de ideas, que por lo general son ajenas y etéreas y suscriben a las personas a vivir a través de los pensamientos vagos de otros. Hasta Pinocho quería dejar de ser una marioneta.
Me temo que esta confusión de la militancia de conceptos con la sustancia misma del ser, provoca equivocaciones que tarde o temprano serán juzgadas -y cobradas- como incoherencias o traiciones. Sobran los ejemplos de líderes y personajes que han vociferado públicamente la condición de ser de izquierda y de derecha y han sido sorprendidos en acciones y situaciones que corresponden a la posición política que dicen abominar. Es un error absoluto creer que existe un hombre o una mujer que conjuren su vida siguiendo, en exclusiva, postulados políticos y sus derivaciones. Por supuesto existe la posibilidad de tener cierta consistencia, pero hasta los líderes más emblemáticos de cualquier ideología fueron intermitentes en su proceder en muchas ocasiones.

Una leyenda urbana atribuye al comediante Groucho Marx la frase "Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros".
Si el lado opuesto de la necedad es la sabiduría, el que elige no ser de izquierda -o de derecha pero, eso sí, escrito más chiquito y fuera del título, como para que no se note mucho- será más sabio que el necio que sí elige ser de izquierda.
El problema de esta última afirmación es que su enunciación también podría ser un principio, un dogma o un postulado, y los dogmas y postulados no necesitan demostración.
Ahora, afirmar que la razón no se construye a partir de dogmas resulta bastante problemático, los postulados de Euclides, los axiomas de…